ACTIVIDAD 30
¿Qué pasaría si tu mejor amigo y tu dieran un paseo por la estrellas en el cielo?
2. ¿Qué
pasaría si una estrella fugaz te invitara a pedirle 5 deseos?
3. ¿Qué
pasaría si Batman te pidiera matrimonio?
4. ¿Qué
pasaría si el monstruo que vive debajo de tu cama se convirtiera en tu mejor
amigo?
5. ¿Qué
pasaría si el conejo de la luna se la comiera porque piensa que es de queso?}
Rabito el hijo menor de la familia Pelusin, trabaja durante todo
el día en el huerto familiar, el se encargaba de sembrar las zanahorias y
recolectaba las que ya estaban listas para su venta y consumo.
Rabito estaba harto de comer todos los días zanahorias, desde
bebé su madre siempre lo había alimentado con ellas y al parecer era el único
miembro de la familia que se había cansado de consumir siempre el mismo
alimento.
Un día salió de casa en busca de nuevas recetas de cocina que
podría mostrarle a su madre y no tener que volver a comer nunca más zanahorias.
Camino y camino hasta llegar a una pequeña granja en donde vivían muchos
animales que comían toda clase de alimentos, pero ninguno de ellos se le hizo
tan apetitoso, pero al pasar cerca de un nido de ratones su pequeña naricita
comenzó a reconocer un aroma tan delicioso y esquicito, decidió asomarse por un
hoyito cerca del nido y vio a un par de ratoncitos disfrutando de un aromático
queso. Rabito se moría de ganas por probarlo así que se invitó solo a pasar a
la madriguera de los ratones que gustosamente compartieron un trozo de su queso
y Rabito quedo realmente maravillado por el placer que le había producido el
comer tan exquisita delicia. Pregunto a los ratones en donde podía conseguir más
queso, pues quería cambiar la dieta familiar de zanahorias por unos trozos del
delicioso queso. Los ratones tristes lo miraron y respondieron que ya no había más
queso, la granja ya no podría producirlo porque ahora el queso se encontraba en
la luna, si él quería volver a comerlo tendría que viajar allá para traerlo.
Rabito se puso triste, pero después se le ocurrió una muy buena idea para poder
conseguir más queso.
Durante toda la noche, preparó un pequeño cohete que lo llevara
a la luna y poder traer todo el queso que él quisiera. Se imaginaba que al
llegar podría sentarse tranquilamente y disfrutar cada cráter hecho de queso.
Por fin terminó, encendió el cohete y partió hacia la anhelada
luna. Cuando llegó estaba listo para aterrizar pero inesperadamente su cohete
no aguanto la presión y explotó. Rabito rebotó en la luna, el aroma lo envolvía
tan profundamente hasta guiarlo a una montaña de delicioso queso.
Los animales de la granja miraron desconcertados hacia el cielo
esperando ansiosamente el regreso de Rabito con miles de toneladas de queso. Así
pasaron días noches, meses, y cada vez
que volteaban al cielo solo podían ver la silueta de un conejo en la luna.
Rabito nunca más pudo regresar a la Tierra pues su nave había explotado en
miles de pedacitos, así que durante el resto de su vida no le quedo más que
disfrutar de las grandiosas delicias que la luna le había regalado, el queso.
Original e interesante bien.
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